By hola | Published | No Comments
Hace unos días concluyó la exhibición “If Then She Can” titulado literalmente en español: “Si entonces ella puede” que abrió el mes de marzo y estuvo a la vista del 5 al 27 en the Arts + Industries Building, el Smithsonian Castle, y el Enid A. Haupt Garden de Washington DC; y fue visitado por cientos de personas y tuvo muy buena acogida.
El show de “Las mujeres naranja”, como se le llamó, no fue de un gran valor estético perse, su valor radicó a otros varios niveles. En principio, la idea de honrar a mujeres contemporaneas que han colaborado con su trabajo, su inteligencia, su tesón, sus descubrimientos y su desarrollo a los beneficios de este mundo, es uno de ellos. Todas estas mujeres en las esculturas son destacadas personas que han sobresalido en la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (o por su acrónimo STEM science, technology, engineering, and mathematics), campos difíciles sin duda en los que cuesta trabajo sobresalir, sobre todo en un mundo regido por hombres. Un mundo poco glamoroso, poco sexy, poco bien remunerado como es el de la ciencia y la investigación.
La instalación compuesta de 120 esculturas de tamaño natural, son impresiones en tercera dimensión hechas de pasta color naranja y fue parte de los eventos del mes de la mujer. Entre las homenajeadas podemos destacar científicas, profesoras, e investigadoras, todas ellas contemporáneas nuestras. Algunas quizá nuestras vecinas, nuestras maestras, nuestras conciudadanas. Innovadoras todas ellas y modelos a seguir que lideran una variedad de campos: desde la protección de la vida silvestre, al descubrimiento de galaxias, la construcción de nuevas plataformas digitales, hasta el intento de curar el cáncer. Pero también mujeres que usan la ciencia para crear alta costura, etiquetar tiburones, salvar simios, ayudar a los vulnerables de la sociedad, estudiar asteroides, producir películas, explorar océanos, combatir superbacterias, mantener sintonizado Spotify, crear lápices labiales sin manchas, monitorear terremotos, búsqueda de vida extraterrestre y mucho más.
Otro de los valores de este evento, se debe a su multiculturalismo, “o a su coalición arcoíris” como debían ser todas las exhibiciones. Un show donde tuvieron cabida mujeres de todas las razas, colores de piel, rasgos fisiológicos, habilidades y des-habilidades. Un show sin la discriminación imperante en el discurso político de este momento crítico de la historia de este país; políticos abiertamente racistas, gobernadores que intentan borrar la historia, quemar libros y una tendencia generalizada al odio y la discriminación. A decir verdad, una terrible y triste situación.
Este homenaje habla de la inteligencia de estas mujeres, algunas de las cuales eran desconocidas para nosotros, pero que “#IfThenSheCan – The Exhibit”, nos ilumina en torno a estás féminas que se han preocupado y siguen en su labor de tener un mundo mejor, un mundo más digno, un mundo menos enfermo y con menos odio. Este show de “Las mujeres naranja” cómo lo tituló el vulgo, nos llena de orgullo y nos da esperanza, dado qué sirve como modelo para los cientos de chicas que siguen formándose en las escuelas y pueden seguir el ejemplo de estas mujeres, más allá de la vulgaridad, la explotación del cuerpo femenino y la banalidad imperante en el social media. Estas mujeres son un buen ejemplo. ¡Vivan las mujeres! sobre todo aquellas que ofrecen su talento por el bien de la humanidad, el bien de la educación y están a favor de un mundo mejor, más igualitario y con menos odio.
Las mujeres naranja son un ejemplo a seguir para las generaciones que vienen detrás y qué hacen un trabajo valioso y positivo. Esta fue una iniciativa de Lyda Hill Philanthropies para empoderar a la próxima generación de mujeres para explorar carreras en STEM.
Las mujeres latinas en la lista son: Minerva Cordero Ph.D., Greetchen Díaz-Muñoz Ph.D., Bea Mendez-Gandica, Becca Peixotto Ph.D., Jessica Nicole Esquivel Ph.D., Charita Castro Ph.D., Paula Garcia Todd, Beata Edyta Mierzwa Ph.D., Myria Perez, Ana Maria Porras Ph.D., Roselin Rosario-Meléndez Ph.D.
Alberto Roblest