Ensayo: El Arte Público
By hola | Published | 2 Comments
Una experiencia visual para la vida
Se conoce como arte público a todas las piezas de arte que decoran una ciudad y son patrimonio artístico de sus habitantes. El arte público entonces está en las avenidas, los jardines, las plazas, las intersecciones y la entrada de los edificios privados, o conjuntos gubernamentales.
No hablamos aquí de los monumentos a los héroes, los bustos a los políticos, o los hombres montados en sus caballos de metal por haber ganado una batalla, o haber defendido el sitio de los enemigos de la patria. El arte público no pretende nacionalismos y menos aún clases de civismo, sino solo y simple, agradar la vista, permitir la ensoñación y motivar los sentidos con su elemento estético.
Su función es la misma que cumplen las piezas dentro de un museo; conectar espiritualmente a las personas con la belleza que de ellas emana, o la inspiración que propicia la creación. La única diferencia es que el arte público está en la calle, es arte de la calle y para la calle. Esto es, convierte a la ciudad en galería, en museo al aire libre, en un lugar amable. Estamos hablando entonces de piezas de arte hechas específicamente para permanecer a la intemperie; expuestas al sol, al viento, la nieve, el agua y otras inclemencias del tiempo. Y principalmente, expuestas a la vista de los transeúntes, los paseantes, los peatones, la gente en los carros, los turistas, el público en general, incluidos los homeless y los ilegales. Es un tipo de arte que no discrimina y está diseñado para ricos y pobres. Pone al arte –y al artista- en contacto con la población en general, en ese sentido no es elitista, pues es susceptible de ser apreciado no sólo por los que asisten a los museos y pueden pagar por las entradas, como en el caso de New York, o Boston -por mencionar-, donde la entrada a los museos es realmente onerosa y exclusiva
El arte público es inclusivo, integral y libre. Es inclusivo en el sentido en que es una forma de arte que se integra a la vida diaria de las personas, a la dinámica de la ciudad y en ocasiones sirve de punto de referencia o reunión. Es integral pues hace amable la visita a la ciudad y acondiciona el gusto por lo valioso; educa y enseña. El arte público son regularmente piezas de gran formato agradables a la vista, que se pueden contemplar por todo el tiempo que se quiera, y uno puede tomarse fotos frente a ellas, tocarlas o darles besos. El arte público entonces, engrandece a la ciudad que lo alberga, embellece paredes estériles, lugares solitarios, esquinas aburridas, o da vida y color a edificios de concreto que sin estas piezas no tendrían valor, ni nadie voltearía a mirarlos. Las piezas de arte público son digamos, como árboles en un páramo, como nubes en un cielo plomizo, un homenaje al humanismo.
Una de las ciudades con la mejor colección de arte público en los Estados Unidos, es la ciudad de Philadelphia, donde han encontrado un balance perfecto entre arte, arquitectura y vida cotidiana, entre arte y belleza del paisaje, entre lo público y lo privado. Quizá los funcionarios de Washington DC deberían no solo aprender de la ciudad de Phily, sino educarse mejor en torno a la función, valor e importancia del arte público, y pensar en el como una inversión para las generaciones venideras, pues su función principal como ya se dijo, no es sola la de decorar, sino la de hacer amable con su presencia el sitio que se vive y habita. Hagamos una ciudad para todos. Saquemos el arte a las calles y con esto, lo espiritual.
Fotos de Hola Cultura: Arte en Philadelphia.
Alberto Roblest
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