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Fandango: fiesta popular y familiar

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En la víspera de la Candelaria, tuvimos el agrado de asistir a una fiesta, pero también a una ceremonia, y a un muy buen convivio comunitario en el que degustamos de tamales, atole y un poquito de tequila -para el desempance- y por supuesto música, Son Jarocho para ser más exactos.

El Son Jarocho es una música que nace, se desarrolla y pertenece a la region del Sotavento mexicano -que abarca los estados de Tabasco, Oaxaca y Veracruz- y se interpreta con la jarana -que viene en diferentes tamaños y sonidos- y sus letras incluyen versos humorísticos y temas como el amor, la naturaleza y la vida. Organizada por “Son Cosita Seria” a través del Facebook, esta pachanga – bautizo- celebración, mejor conocida como Fandango, se llevó a cabo en una casa particular donde nos abrieron las puertas y la familia se organizó muy bien para tenernos a todos los que llegamos, inclusive a los que no conocían y a otros que lucían como sospechosos… de divertirse.

En nuestro interés por las manifestaciones culturales independientes que se dan en la ciudad, Hola Cultura asistió más que nada por curiosidad y nos encontramos con una sorpresa muy agradable.

Los jaraneros nos deleitaron con sus melodías y su alegría, y fuimos testigos de la inauguración –o bautizo- de una tarima jaranera; en esta tarima se baila, se zapatea y se celebra por la vida.

TARIMA JARANERA

La celebración de la Candelaria es una fiesta sincrética entre el catolicismo, las culturas indígenas mexicanas y algo de la cultura africana que llegó a México hace muchos años. Es la fiesta tradicional del fin de la navidad y es cuando se arropa al niño y se le guarda para el siguiente año. Algo muy simpático, de acuerdo a lo que nos contaron, el niño sale en la rosca de reyes y si te toca la suerte pues haces tamales para todos los asistentes, entonces bailas, te diviertes y cantas. En esta tertulia no hay nada de triste como en muchas celebraciones religiosas, sino al contrario.

El fandango fue organizado y ejecutado por “Son Cosita Seria”, un colectivo de personas músic@s y activist@s que pretende mantener viva la tradición de la música del Son Jarocho y el Fandango más allá de las fronteras. Para más información en torno a las actividades el grupo y los talleres que ofrecen visiten su página de Facebook.

Respecto al “bautizo”, la tarima tiene de momento dos nombres, por un lado unos le dicen La Consentida, y por otro, La Candelaria ó Candi. Ya veremos en qué resulta este duelo de nombres, tal familia que da a luz a una recién nacida y se disputa el nombre con todo su amor.

Esta fiesta fue una muy buena sorpresa para una noche fría  producto del vortex. 

Alberto Roblest