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La Salud y El Barrio: How our homes & neighborhoods dictate our overall well-being

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What is health? It depends on who you ask.  Increasingly health experts define it not only as a state free of physical, mental, and social illness, disability, and injury, but as one in which your environment—both home and neighborhood—plays a major role.

Disparities in life expectancy within the greater Washington D.C. region. Source: Robert Wood Johnson Foundation
Disparities in life expectancy within the greater Washington D.C. region.
Source: Robert Wood Johnson Foundation

“Understanding the relationship between how population groups experience “place” and the impact of “place” on health is fundamental to the social determinants of health,” according to the U.S. Department of Health and Human Services (HHS). In fact, an entire range of personal, social, economic, and environmental factors are key “determinants of health.” according to HHS.

The U.S. Centers for Disease Control and Prevention shares that view–a sort of “big picture”–of health.

“An ideal population health outcome metric should reflect a population’s dynamic state of physical, mental, and social well-being. Positive health outcomes include being alive; functioning well mentally, physically, and socially; and having a sense of well-being,” according to the CDC.

Health in Home graphic

Your home and your community determine more than 50 percent of your overall health outcome. This is because your body is strongly influenced by the environment where it spends most of its time. That means if your house or workplace is full of mold, roaches, and has poor air quality, you are constantly breathing toxins into your body.

Despite the rapidly evolving changes in the city, many apartment buildings and houses in DC are still very old and have not been renovated in decades.  These places are likely to still contain hazardous materials, such as lead and asbestos, which can be found in paint and tiling.

Your community also includes the people you are surrounded by, as well as the physical condition of your neighborhood. Columbia Heights, Adams Morgan, and Mount Pleasant were some of the first areas in the city to be redeveloped. These wholesale neighborhood changes—which not only involved revamping dilapidated houses and apartment buildings into upscale condos and rental units, it also ushered in new stores and restaurants, supermarkets, bike lanes, and the Columbia Heights Metro station, all things that improved the quality of life for people living in the area.

Entrevista con /Interview with Alicia Wilson, La Clínica del Pueblo

La salud y la población de DC

¿Qué es la salud? Depende de a quien se le pregunte. Hemos definido la salud, como al estado libre de cualquier enfermedad física, mental y social; discapacidad y lesiones. Hay muchos factores involucrados en la propia salud, sin contar el nivel de actividad, el nivel socioeconómico, o el acceso a la atención médica. Estos factores son producto del entorno: el “lugar”, el propio vecindario.

Graphic explaining the intersection of body, mind, spirit, and health

Su hogar y su comunidad determinan más del 50 por ciento del resultado global de la salud.  Esto porque su cuerpo está fuertemente influenciada por el entorno en el que pasa la mayor parte del tiempo. Eso significa que si su casa o lugar de trabajo está lleno de moho, cucarachas, y la mala calidad del aire, usted está constantemente respirando toxinas en su cuerpo.

A pesar de los rápidos cambios en la ciudad, muchos edificios y casas en DC son todavía muy viejas y no han sido renovadas en décadas. Estos lugares son susceptibles de contener aún materiales peligrosos como plomo y amianto que se encuentran en la pintura principalmente.

Columbia Heights, Adams Morgan y Mount Pleasant fueron algunas de las primeras zonas de la ciudad en ser reconstruidas. Estos cambios por supuesto, involucraron la renovación de casas y edificios de apartamentos que se convirtieron en condominios de lujo, que por ende resultó en un desproporcionado aumento en el alquiler de las unidades circundantes. Este cambio de escenario social, también marcó el comienzo de un nuevo tipo de comercio, con nuevas tiendas y restaurantes, supermercados; pero también carriles para bicicletas, y la estación del Metro de Columbia Heights.

Si bien, estos barrios tradicionalmente latinos del Distrito, fueron de los primeros lugares de la ciudad en ser renovado, muchos de los residentes latinos que aún viven en estos barrios no se han beneficiado de estos cambios y siguen viviendo en apartamentos ruinosos, o de altas rentas.

Casa Saludable graphic

Muchos de los residentes que visitamos, durante nuestras visitas a los edificios donde fuimos invitados a realizar entrevistas de “historia oral” han estado luchando con los propietarios de los edificios donde viven, en algunos ocasiones por varios años, para encontrar soluciones a violaciones del código de salud, tales como goteras en el techo, e infestaciones de ratones, cucarachas o pulgas.

Otras muchas familias de bajos ingresos se vieron obligadas a mudarse, debido al rápido aumento en el valor de las propiedades. Usted puede notar que la población latina se movió entre 1950 y 2010 de nuestra zona central de estudio, para la zona noreste de la ciudad.

El Barrio

Mount Pleasant fue el punto de aterrizaje para la mayoría de los inmigrantes latinos en la década de 1900, hoy en día los latinos se han movido a Langley Park, Hyattsville, Alejandría, o parte superior del área de la calle 16, dice Alicia Wilson, director ejecutivo de La Clínica del Pueblo. La falta de vivienda, también afecta a la población latina, de otros grupos de manera diferente. Cuando una familia latina es forzada de salir de su hogar, muchas son propensas a terminar en la calle; aunque también son más propensos a vivir con otros amigos o miembros de la familia. Si bien esta fuerte red de seguridad de la comunidad es algo bueno, puede conducir a condiciones de vida estresantes debido al hacinamiento y la falta de espacio.

Desafíos en la comunidad latina

La comunidad del Distrito Latino se enfrenta a muchos problemas en su vida diaria. La barrera del idioma, a menudo, hace difícil para los latinos el acceder a necesidades sencillas, que para la mayoría de los estadounidenses son algo común. Los inmigrantes indocumentados a menudo son excluidos de los planes de atención de la salud, por ejemplo. Una de las principales preocupaciones cuando se trata del debate sobre el cuidado de la salud en lo referente a los inmigrantes, es cuando estos requieren de servicios de emergencia proporcionados por los hospitales. Los inmigrantes sin seguro de salud, a menudo esperan hasta que una enfermedad o lesión es tan grave, que la única opción es ir a una sala de emergencias de un hospital.

El estado de salud actual de la población latina es muy variable, al igual que la propia comunidad, que incluye a las personas originalmente de unas dos docenas de países de habla hispana y una gama variada en los niveles de ingresos.

Realidades

Un abrumador 81 por ciento de los inmigrantes latinos se convierten en obesos después de estar en los EE.UU. solamente por un año, esto se debe a que comen mal, o comida de insumos baratos. Estos inmigrantes, suelen ganar mucho menos dinero que los otros miembros de la sociedad, y por lo tanto tienen poco $ para comprar alimentos sanos y son más propensos a confiar en la comida rápida, que es alta en grasa, sal y otros ingredientes ligados a problemas crónicos de salud.

Al igual que muchos estadounidenses, los latinos se ven muy afectados por las principales enfermedades crónicas presentes en los EE.UU. Estas enfermedades incluyen obesidad, diabetes,  enfermedades del corazón, y respiratorias, así como asma y cáncer de pulmón. Malas condiciones de vida pueden exacerbar muchos de estos problemas de salud.

Es por eso que es importante implementar mejores programas de salud, dietas innovadoras y capacitación para ayudar a las personas a mejorar su dieta, sus hábitos y por ende su entorno.

— Julianna Hollinsed