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Mundo Rulfiano

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Les tenemos un ensayo en torno a uno de los autores más importantes de la literatura latinoamericana: Juan Rulfo, para quien el mundo de los muertos en ocasiones se emparenta con el de los vivos. Los libros de este autor, considerado un clásico literario, se pueden encontrar en las bibliotecas públicas del área metropolitana. Celebremos pues con veladoras, ofrendas y cempaxúchitl a nuestros seres queridos, a los grandes escritores y a los muertos que nos acompañan.   

Juan Rulfo

Referirnos a Juan Rulfo es hablar de palabras mayores pues este autor es uno de los pilares de la literatura latinoamericana y su obra está considerada precursora del realismo mágico. En su obra, que básicamente consta de dos libros: “El llano en Llamas” de 1953 y “Pedro Páramo” de 1955, este escritor experimenta y rompe con la linealidad del realismo latinoamericano de inicios del siglo XX; altera la estructura, desaparece la línea entre lo posible y lo imposible, entre el mundo de los espíritus y el de los vivos… ¿O es acaso que estamos todos muertos?

En su obra deambulan fantasmas que desconocen su condición, las presencias, las sombras, y lo inmaterial adquiere forma. Por supuesto también está expuesta la desigualdad social, la religión, la lucha por la tierra, la dignidad, y claro está, la política.

Juan Rulfo nació en Apulco, Jalisco en 1917 y falleció en la Ciudad de México en enero de 1986. La historia de las letras lo ubica dentro de la generación del 52. Fue escritor, guionista y fotógrafo, aunque se ganó la vida como burócrata. En 1946 publicó en la revista “América” uno de sus primeros cuentos: “Macario”, el cual llamó inmediatamente la atención de los críticos, no sólo por la denuncia implícita en torno a la realidad de las comunidades indígenas, sino por su fuerza simbólica. Recibió el Premio Xavier Villaurrutia en 1956 y fue ganador del Premio Nacional de Literatura de México en 1970.

Considerado como escritor de escritores, Rulfo hace gala de un lenguaje elegante compuesto de diferentes voces. Aunque en su obra es evidente el escenario rural y el pueblo pequeño, su problemática es universal y los temas tan actuales hoy como siempre: el amor, la preocupación por la muerta, el miedo a la soledad, el abandono, la injusticia, el regreso al lugar de origen, etc.

“El Llano en Llamas” reúne 17 cuentos cuyo trasfondo es la Revolución mexicana y la Guerra Cristera, estos personajes rurales algunos son sanguinarios, algunos románticos y otros más son sencilla y drásticamente trágicos; los actos de los que son capaces son angustiosos, a veces terribles y a en otras más tenebrosos. El miedo, el sacrificio, la lealtad, pero también el odio, la envidia y la venganza. 

El cuento: “No oyes ladrar los perros” son el diálogo entre el padre y el hijo, lo extraño es que este diálogo no sucede en el momento como pensamos, sino en el más allá. Hablamos del inframundo, zona donde esté maestro de maestros es uno de los demiurgos superiores. En esta colección de cuentos, el autor nos descubre los límites de las realidades que se están cruzando constantemente y afectan el escenario en el que estás transcurren.

La novela “Pedro Páramo” está considerada una aportación fundamental a la literatura en español, su estilo poético e imbricado con lo popular atrapan al lector desde el inicio. En el mundo de esta novela las palabras son sombras de las mismas palabras, en una sucesión interminable como árboles de donde cuelgan hombres; violencia implícita escondida detrás de un mundo místico. Traducida a más de 40 idiomas y con millones de copias vendidas, esta novela es un cimiente de la literatura latinoamericana del siglo XX. Jorge Luis Borges consideró a “Pedro Páramo” como uno de los textos más grandes de todos los tiempos, y Gabriel García Márquez aceptó que la lectura de “Pedro Paramo” en l961 había cambiado su vida para siempre; “Cien años de Soledad” se publicó en l967.

Desde el inicio Pedro Páramo nos prepara y nos dice que todo lo que esta por suceder pasa en su mente y quizá es un sueño dentro de un sueño, una ilusión creada en su memoria, una voz que le habla al oído. “Pedro Páramo es el parteaguas de la literatura mexicana pues marca el fin de la novela revolucionaria, lo que permitió las experimentaciones narrativas, como en el caso de los escritores posteriores pertenecientes al boom latinoamericano”.

A pesar de todos los estudios en torno a su obra, de los prólogos en las traducciones y en la mayoría de los ensayos que se han escrito en torno a Rulfo, este autor continúa siendo un enigma, incluso para los conocedores del tema. Rulfo se reconocía a sí mismo como un individuo introvertido, tímido y enigmático. Por muchos años todo mundo se preguntó: ¿por qué este autor escribió solo dos libros cuando pudo escribir más?

Aunque trabajó de periodista y en algunos guiones para cine, nunca volvió a tomar la pluma para desarrollar otra novela. Por años se especuló que estaba trabajando en una nueva gran obra, y él nunca lo aclaró, ni desmintió: “No siempre que suena el río, agua lleva”, dice uno de sus personajes. Actualmente su obra forma parte de la lista de las cien mejores novelas en español del siglo XX.

Octavio Lasañe