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Mundo de escritores – reseña

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En la novela “Mona”, de Pola Oloixarac, la trama es en torno a los escritores y el universo de las letras, pero también el de los premios literarios y el mundo de los congresos de altos vuelos. La novela está estructurada como una bitácora de viaje y trata de los diferentes momentos de un congreso de escritores de éxito, o al menos reconocidos; a uno de los cuales le van a dar un premio. La autora -en su papel de personaje- es invitada a Suecia pues está nominada al prestigioso premio literario Basske-Wortz. Esta escritora peruana -aunque Pola Oloixarac es argentina- se encuentra en Estocolmo nominada para esta competencia del mundo de las letras. A Mona Tarrile-Byrne, Suecia le resulta un lugar frío, de costumbres un tanto gélidas, aunque fascinante. El lugar a donde son convocados los participantes está lleno de árboles, es hermoso, tranquilo y además rodeado de un lago de agua tan azul como fría, en opinión de Mona, aunque los residentes se la pasan nadando como si nada.

“Mona”, de Pola Oloixarac

Mona reside en California, enseña en la universidad de Stanford y consume Valium, entre otros tranquilizantes, para mantenerse “flotando”. Su adicción, que después nos enteramos está relacionada con una experiencia traumática que desea olvidar, le permite navegar entre aquel cúmulo de egos y desplantes propios de sus colegas hacedores de historias. Algunos excéntricos, recatados, tranquilos, solitarios, inquietos, meditativos, extrovertidos e introvertidos, aunque también vanidosos, machos, presumidos, guapos.

Cómo en todos los congresos de escritores, suceden cosas. No falta el que se pasa de copas, aquel que se pasa de sexy, los que duermen juntos, los que discuten, los que sencillamente son los personajes de una novela que se escribe “en la frontera espacial con el Ártico”.

La jornada inicia al momento en que la escritora aterriza en el aeropuerto y se dirige al lugar donde están concentrados los competidores al prestigioso premio que contiene una bolsa de dinero, off course. Mona se presenta en el hotel, empieza a relacionarse con los otros escritores, a los que describe de forma bastante explícita y colorida. Hay escritores de diferentes géneros, cada uno traer consigo una ponencia magisterial y “un acto”, con el que se pretende convencer al jurado en darle el galardón.

Como en toda esta clase de “fiestas literarias”, hay también hay maestros, estudiantes de posgrado, periodistas, editores y conocedores de literatura que están ahí para decidir y evaluar el trabajo de alguno de estos competidores que vienen a llevarse el prestigiado premio. Hay escritores de los cinco continentes, desde los rockstar de los grandes tirajes y ventas, hasta los escritores locales nórdicos. Los convocantes a la competencia tienen que dar una presentación ante todos los asistentes y es obvio que además del peso de la obra de cada uno, esta presentación es fundamental para decidir quién se llevará el monto asignado en metálico y la estatuilla ganadora. 

¿Es acaso la literatura la realidad paralela de los que la vivimos? La historia, nos dice Pola, es la historia de una serie de personajes que poco a poco se van convirtiendo y transformando, a través de las letras, en personajes de su propia autoría, a veces imitando a sus personajes. Así que cuando pensábamos que la realidad de la historia nos iba a llevar a un final esperado, donde todos los escritores se despiden, toman su maleta y se van al aeropuerto a esperar el avión, el final aquí nos deja fríos, eso significa que a veces la realidad está inundada por un evento literario o a la inversa; cuando un evento literario está inundado por las olas revolcado en las olas de la realidad. La novela tiene segmentos muy importantes que a veces rayan con la poesía.

Pola Oloixarac sea ha hecho acreedora a diferentes premios y becas, es autora de las novelas “Las Constelaciones Oscuras” y “Las Teorías Salvajes”, ambas traducidas a nueve lenguas.

“Mona”, de Pola Oloixarac, Penguin Random House Grupo Editorial (159 pgs) 2109.

Octavio Lasañe