By hola | Published | No Comments
De nuestra gustada sección: LEER DC, desde la cual promovemos la lectura entre la comunidad latina de Washington a través de reseñas de libros que se pueden encontrar en las Bibliotecas Públicas de la ciudad.
Armada como una pieza de relojería, La Red Púrpura es uno de esos libros que a pesar de tener una dimensión de poco más de 400 páginas, se va en un sentón. Catalogada dentro del género policiaco, este texto plantea una serie de interrogantes que se van desmenuzando hasta el final cuando una madre y su retoño se enfrentan a golpes por algo más que sobrevivencia en una arena de box.
“-Como todo en la vida inspectora. Hay gente que viaja en Turista y gente que viaja en business. Se parece a lo que usted dice, pero no es exactamente así. No basta con pagar para que se haga tu voluntad. Hay que ganar.” le dice el jefe de la banda.
Todo inicia con el secuestro del hijo de una importante investigadora de la policía que anda tras el caso de unos secuestradores a los que está apunto de capturar, pero la jugada cambia y se llevan a su pequeño y logran escapar por algo como quince años en que su hijo se convierte en hombre y en criminal, el peor de muchos. Este acontecimiento y otros cambian para siempre el carácter de Elena Blanco que como un buen sabueso de novela llega del inicio al fin de la espiral.
El dilema al que se enfrenta la inspectora es el de ser madre o ser una policía profesional y continuar tras la captura de estos criminales que aprovechan la internet para hacer dinero. Quizá muchos no lo sepan, pero el Internet que nosotros conocemos es apenas superficial, dado que existen diferentes capas hasta llegar a la Dep Web a la que solamente los expertos qué saben de programación y matemáticas tienen acceso. Este internet profundo aprovecha los sitios que va encontrando en su camino para hacer negocios ilegales, lavar dinero, prostituir personas, mover substancias, dinero electrónico y lo peor de todo: apuestas. Además de servir de trampolín para grupos criminales, espías, expertos en guerras mediáticas y por supuesto interferir en elecciones ilegales.
En el caso de La Red Púrpura lo que se vende son violentos videos snuff en directo a través del Internet. Esto aunado al secuestro. Hablamos no solamente de violencia, sino de la más extrema: el asesinato en vivo y en directo.
“- ¿Te imaginas que fuera una película? Gritas “corten” y todo el mundo se levanta: los muertos están vivos, los asesinos piden un café, las cámaras se preparan para la siguiente toma. Pero no es una película: los muertos están muertos, los asesinos son unos hijos de puta y no hay más tomas”.
Carmen Mola es el seudónimo -de uno o varios autores de origen madrileño-, de quien escribe esta intensa historia noir de mucha acción que sucede en Madrid. Esta novela publicada el año pasado, es muy buena para una semana de lluvia y muy buena también para pensar en cómo algo se conecta con otro, en una espiral sin fin que somos nosotros los seres humanos.
La Red Púrpura, Carmen Mola. Editorial Alfaguara, 2019.
Alberto Roblest