By hola | Published | No Comments
“La Danza de la Realidad” es el nuevo filme de este maestro del performance; pero también escritor, poeta, terapeuta, filósofo, mimo, dibujante, mago, gurú, director de teatro y quien sabe que más. Basada en su libro que lleva el mismo nombre, esta película narra las peripecias de Alejandro niño; en sus primero años de formación allá en Chile de donde es originario. Para Alejandro la infancia no es sólo donde nos alimentamos para crecer fuertes y sanos, sino que es la etapa donde nos formamos intelectualmente y nos hacemos de nuestro primer bagaje imaginativo con el cual enfrentaremos al mundo, dado que es en este importante momento donde nuestra mente se llenará de los sueños que soñaremos una y otra vez; de diferentes formas claro, para el resto de nuestras vidas, en nuestras diferentes etapas adultas.
En la psicomagia jodorowskiana, nosotros somos los niños perennes a los que les envejece la piel, pero no el alma; y donde una cosa es cierta, el inconsciente es mi aliado; no le temo, ni trato de entenderle.
Cineasta de culto Alejandro Jodorowsky sólo filma lo que le da la gana y ha intentado la mayor parte de su vida escapar del comercialismo hollywoodense tan dado a corromper talentos. No es de gratis que como cineasta sólo cuente en su haber con 4 películas, entre las que se encuentran el aclamado western El Topo; considerado en su momento demasiado violento y demasiado extraño para una película de vaqueros tendientes a ser lineales y monocromáticas; con buenos, malos y temáticas simples. La Montaña Sagrada, otra gran pieza de este autor cuya temática aquí es el misticismo y la filosofía de la santidad, si es que hay un arquetipo. Santa Sangre, filme brutal en torno a la familia; el primer grupo social con el que nos relacionamos y donde nos duplicamos para bien o para mal o para las dos cosas; porque en el cine de Jodorosky no hay fórmulas, no hay sermones y mucho menos final feliz; sencillamente no hay final. Y su primera y más abigarrada pieza de celuloide; Fando y Liz, una anárquica película de amor radical en un mundo vacío de todo lo demás.
Como en toda la obra de este autor polifacético y multidimensional, “La Danza de la Realidad”es una pieza que podría catalogarse como una autobiografía imaginaria -como el mismo lo define-, y es un tipo de filme que podría entrar en la categoría del psico-realismo-mágico para ponerle una categoría a esta obra producto de los sueños; más que de los recuerdos; de la psique, más que de la realidad; y donde la memoria juega un papel fundamental en la construcción de la psique, de ahí que esté llena de símbolos y referencias oníricas. El circo, los enanos, los payasos sabios. La madre en el papel de la domadora. Los seres faltos de ética; llámese un político o un comerciante. El padre a veces villano a veces santo y salvador. Las mujeres en toda su amplia gama de caracteres y formas; desde la gorda obsesiva, a la bella tonta o la mala ingenua, los ancianos niños y viceversa, todos se dan lugar aquí, pues todos los hombres representamos una caricatura en su sentido menos peyorativo en este teatro que es la vida y cuya puesta en escena vuelve a ponerse en acción cada mañana al momento en que abrimos los ojos y cae la máscara. Porque por mucho que intentemos, la fusión entre autor, espectador y actor nunca se logra del todo. La danza de la realidad es ese baile orgánico entre la vida y la muerte, entre el azar y el destino, entre la realidad y la imaginación, entre lo material y lo intangible, entre lo que es y lo que pudo ser, entre lo que visualizamos y lo que percibimos, entre el presente y el devenir, entre el yin y el yang que en la teoría de este maestro no están separados del todo, sino que a veces se dan la mano para dar un giro y en otras dos pequeños pasos para completar con gracia el próximo movimiento.
Estrena el 30 de Mayo en el E Street Cinema. 555 11th Street, NW, Washington DC