By hola | Published | No Comments
Finalmente el musical ganador de varios premios Tony, Evita, ha llegado a Kennedy Center. Basado en la producción de 2012 de Broadway, esta pieza es de verdad todo un espectáculo. La trama narra la historia de Eva Perón (1919-1952) que se levantó de la pobreza para convertirse en la primera dama y líder espiritual de Argentina; admirada por su encanto, belleza y el apoyo a las causas sociales.
Evita fue escrito por Tim Rice con música de Andrew Lloyd Webber. Está inspirado en el controversial libro”Evita: The Woman With the Whip” de Mary Main. Fue originalmente estrenada en Londres en 1978 y en Broadway en 1979. El musical empieza mostrando el funeral de Eva Perón (Caroline Bowman) y al Che (Max Quinlan) que narrar la vida de Evita. Este Che nos cuenta como Evita a los 15 años decide dejar Junín y viajar a Buenos Aires junto a un cantante de tango, Agustín Magaldi (Christopher Johnstone), con quien mantiene una relación sentimental. Pasa el tiempo y es abandonada por Magaldi. Evita logra subir el escalafón social y relacionarse con hombres de influencia, lo que le permite desarrollar una carrera como modelo, actriz de radioteatro y animadora radial, aprovechando sus dotes oratorias innatas. Gracias a esto participa en actos políticos y, de esta forma conoce y seduce al coronel Juan Perón (Sean MacLaughlin) que aspira a la presidencia de Argentina en ese momento. La atracción es mutua y se entregan en cuerpo y alma. Ella se siente identificada con el ideario político de él y usa todas sus habilidades para promocionar la carrera política de su futuro esposo. Al ganar la presidencia en 1946, Evita se convierte en la primera dama y el líder espiritual de la clase obrera argentina peronista. Al celebrarse la victoria electoral desde el balcón de la Casa Rosada, Evita se dirige a sus “descamisados” y revela que a pesar de su objetivo inicial de alcanzar la fama y la gloria, ha encontrado su verdadera vocación que es servir al pueblo y canta entonces la famosa letra “No llores por mí, Argentina”. Político al fin, Evita cuenta con una doble personalidad. Por lado, inicia una gigantesca labor de beneficencia para los desposeídos, y por otro lado incurre en el derroche económico con el pretexto de construirse una mejor imagen dentro y fuera del país; así es como gasta grandes sumas de dinero en vestidos y joyas. Durante una gira internacional, Evita enferma y regresa a Buenos Aires. Su enfermedad es incurable y se da cuenta que está cerca de la muerte. Eva renuncia a su búsqueda de la vicepresidencia y jura su amor eterno al pueblo argentino. Al morir Evita los embalsamadores preservar su cuerpo para siempre. El Che señala que un monumento fue programado para ser construido para Evita, pero ” no se terminó hasta el pedestal, cuando el cuerpo de Evita desapareció durante 17 años …. “.
El musical cuenta con una gama ecléctica de estilos que van desde la música clásica, interludios, pasajes instrumentales, tangos, baladas y rock. La versión del musical presentada en Washington está basada en el revival de Broadway y de la producción londinense del 2006 West End de Evita. Bajo la dirección de Michael Grandage, la coreografía de Rob Ashford, el diseño de escenario y vestuario de Christopher Oram y la iluminación de Neil Austin, esta obra seduce de verdad; la escenografía de la época, la destreza y la impecable actuación hacen que esta presentación sea inolvidable. La pieza inicia y termina de la misma forma, cuando la atmósfera se llena de niebla y todo se difumina… Paradojas de la historia, los héroes de ayer devienen en los villanos de mañana y viceversa. Quien quita y veamos algún día en escena el musical Cristina, misma que se ha enfrentado a los banqueros de Wall Street a quienes ha llamado buitres… con justa razón.
Opera House, Kennedy Center, Washington, DC