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El español en Estados Unidos: una aproximación histórica

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El Primer Congreso de la Academia Norteamericana de la Lengua Española reunió a un grupo selecto de expertos en la materia. Inspirados por estas conversaciones respecto al español en los Estados Unidos, HC decidió realizar una serie de entrevistas con algunos de los ponentes de este prestigioso evento, mismas que hemos denominado: Entrevistas Ocasionales de Verano.

Presentamos la plática con la doctora María A. Alegre-González, a partir de su ponencia: alegroAratx2El español en Estados Unidos: una aproximación histórica

HC-¿Cuál fue y ha sido la relación entre las dos culturas: la anglosajona y la hispana?

En el contexto norteamericano, siempre ha habido una relación continua, en ocasiones amistosa y pacífica y en otros momentos más difícil y tensa, llegando a enfrentamientos bélicos. La curiosidad por la lengua española en las colonias inglesas de América del Norte fue muy temprana y estuvo relacionada con la vecindad entonces del imperio español, en un primer momento, y por la proximidad de las repúblicas latinoamericanas independientes después.  Al principio de la época colonial, el interés por el español respondió predominantemente a fines proselitistas y evangelizadores, dado que los duros enfrentamientos entre católicos y protestantes europeos del siglo XVII llegaron inevitablemente a las colonias. A comienzos del siglo XVIII, una vez comprobado el fracaso de estos intentos de apostolado protestante, el español empezó a jugar un importante rol debido al comercio y a la ambición territorial y política, al ser altamente demandado por comerciantes de las colonias inglesas que deseaban introducirse en el comercio clandestino con la América española.

HC-¿Qué tan cierto es que “the Founding Fathers” de este país estaban interesados en el español?

Los libros de historia y las descripciones de historiadores y eruditos españoles de los siglos XVI, XVII y XVIII suscitaron cierto interés entre los “Padres Fundadores” de Estados Unidos.  Puede que el ejemplo más significativo sea el caso de Thomas Jefferson, quien en una carta dirigida a Thomas Mann Randolph Jr. (Diputado del Parlamento y vigésimo primer Gobernador de Virginia), declara que el español, después del francés, es la lengua más importante para un americano a causa de la conexión que los Estados Unidos tienen y tendrán con España. Es indudable que aplicaba una aproximación cultural al concepto de territorio: para extenderse por todo el continente, conocer era imprescindible, y para ello, las lecturas de textos históricos, geográficos y políticos absolutamente necesarias. Y si era en las lenguas originales, incluso mejor.

HC-¿Cuándo se incorporó por vez primera el estudio del español en las escuelas superiores?

Una vez traspasado el interés religioso, comercial y político por la lengua española, le llegó el turno al mundo académico. Benjamin Franklin fue el primero de los revolucionarios en defender la necesidad de estudiar español en las instituciones de educación superior estadounidenses. En 1749, Franklin fundó la Academia Pública de Filadelfia que posteriormente se transformó en la  Universidad de Pennsylvania. Las Constituciones de la Academia de Filadelfia alentaban, junto con todas las ramas útiles de las Artes Liberales y de las Ciencias, al estudio de las lenguas muertas y vivas para una mejor preparación académica y humana y poder así contribuir mejor al cultivo y mejora de un país. Entre las lenguas vivas, recomendaban la enseñanza del español, del francés y del alemán. Así, el español se convirtió en asignatura en los centros de enseñanza superiores en las colonias inglesas. Es más, el español fue asignatura oficial en William and Mary College desde 1780. Pero en ese tiempo el interés por la cultura y la lengua española era todavía pequeño en Estados Unidos. La curiosidad se incrementó con el inicio de los procesos de independencia de América Latina durante el primer tercio del siglo XIX. Los estadounidenses tuvieron una gran simpatía política y también, desde el principio, un enorme interés por los mercados de las jóvenes repúblicas vecinas. Para ambas cosas, conocer la lengua suponía una gran ventaja y el español penetró así en universidades y en institutos de manera mucho más explosiva, aunque hay que decir que durante mucho tiempo se dio más prioridad a la producción cultural de la Península Ibérica que a la de Latinoamérica.

HC-¿En qué año comienza a leerse el Quijote traducido al inglés en América y quien lo traduce?

La literatura clásica española se conocía ya en las antiguas colonias inglesas. Miguel de Cervantes era un escritor admirado y El Quijote, en la traducción de Tobias George Smollett (cervantista escocés que tradujo la obra en 1755 y la revisó en 1761), se encontraba en numerosas bibliotecas públicas y particulares, así como en librerías, de las colonias en el siglo XVIII, especialmente a partir del último cuarto de siglo. Las alusiones a las lecturas de El Quijote eran habituales entre los republicanos americanos. Una vez más debemos mencionar a Thomas Jefferson, quien insistía que la lectura de este libro era el camino lógico para aprender el español y, por lo tanto, se lo recomendó a todos sus hijos.

HC-¿Cuál es el panorama del español y la comunidad hispana después de la incorporación de Texas a la Unión?texas2

La incorporación de Texas a la Unión (1845) y la dura guerra entre México y Estados Unidos (1846-1848) que se saldó con la anexión de  parte de los actuales estados de Texas, Colorado, Arizona, Wyoming, Nevada, Utah, California y Nuevo México a Estados Unidos fueron los dos detonantes del siglo XIX para impulsar el verdadero interés por la diversidad del español. La primera constitución del estado de California (1849) reconocía derechos al español al establecer que los documentos oficiales emanados de las instituciones legislativas, ejecutivas y judiciales del nuevo estado debían publicarse en español y en inglés. No ocurrió lo mismo en los otros estados. Sin embargo, es en Nuevo México donde,  aunque la Constitución nunca ha establecido una lengua oficial, todos los documentos legales y la mayor parte de los documentos oficiales emitidos por las autoridades locales han sido y son bilingües. El español ha sido la lengua que se ha hablado en la frontera de Nuevo México y Colorado y también en la de Nuevo México y México desde el siglo XVI de forma continuada. Esta realidad hizo que todo lo mexicano fuera tan próximo a lo estadounidense que se comenzaron a publicar estudios desde el campo de la historia y también desde la literatura.

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María A. Alegre-González, earned a Ph.D. in Comparative Travel Literature (Spanish and Arabic) from Universidad Autónoma of Madrid, Spain. Her research focuses on both Spanish and Arabic Medieval and Modern Travel Literature. She is currently Associate Professor at Towson University (Baltimore, MD) where she teaches Spanish and coordinates the Arabic Program. Her professional activities (articles and books) reflect her area of expertise on Spanish Travel Literature and Arabic Medieval Travel Comparative Literature. She has been the director of the Faculty-led Study Abroad Program for the Foreign Languages at Towson University for five years.