By hola | Published | No Comments
The art exhibition, which closes this Saturday at the Mexican Cultural Institute, features the work of five artists whose identities have been forever influenced by the complicated relationship between the U.S. and Mexico.
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The first thing you hear is a resounding “Boom. Boom. Boom.” The ground appears to shake, making the glass jars tremble on their shelves inside a small dark room. A violent wind, howling through a set of speakers, kicks up several octaves adding to the rising cacophony inside Gerardo Camargo’s mixed media art installation “Está temblando, está temblando un poquitito (The Earth is Trembling a Little Tiny Bit)” at the Mexican Cultural Institute.
You enter the darkened room feeling anticipation as the beating grows louder and louder. The constant, heavy rhythm is the kind of sound that makes your heart drop. It fills you with the apprehension of awaiting the unknown as the helicopter sound closes in on you.
Inside you see metal shelves stocked with empty glass jars of varying sizes and shapes. On the opposite wall is a video screen showing a helicopter gaining speed, coming closer and closer. As it closes in, the sounds naturally grow louder and faster until finally it steers away and the sounds become a hum in the distance. The anticipation subsides.
This feeling of uneasiness and tension is what Camargo intends viewers to feel. His mixed-media art is on display through June 1 in a group exhibition entitled “Underlying Borders.” The four other artists also seek to capture the viewer’s attention by demonstrating differences in how people think of memory, the body, stereotypes, and the implicit violence between these two interwoven countries due to differences in culture and lifestyle.
Camargo and the other artists—Felipe Baeza, Irene Clouthier, Alison Lee Schroeder, and Marela Zacarías—intertwine their personal stories of migration between Mexico and the United States. Every piece is unique. Each one has a story to tell. Although they use different materials, their work comes together coherently, drawing tensions between location and relocation. Themes of gender, identity, and nationality occur repeatedly throughout the exhibition.
Using collage and de-collage techniques of cut paper combined with watercolor and egg tempura, Baeza examines themes of gender and identity. He aims to make the invisible become visible and vice versa by creating a space between what is real and what is imaginary. His piece, “Avistamiento Fantasmagórico 1,” demonstrates this well. The clothing depicted gives viewers a sense of fantasy as if it were constructed in a dream.
Like Baeza, Clouthier explores the theme of identity through her signature material: plastics. Because plastic is malleable and full of promise, it allows her to escape the bubble she lives in. Through sculpting, Clouthier looks at human relationships and their complexities by incorporating a sense of playfulness as a reflection of her childhood.
Her piece, “Toma Todo (Take Everything),” is both colorful and playful, resembling a spinning top. Using basic colors (red, blue, yellow, green) each side has engraved messages such as “olvida todo” (forget everything). The physical sculpture represents a child’s toy, but the messages reveal a sense of the existential pain of growing up.
Like Clouthier, Schroeder also uses bright colors and playfulness to reflect on her past. Schroeder combines textiles, photography, and a mixed-media installation to evoke memories, stereotypes and her own naive assumptions. As a result, her work emphasizes the theme of identity by focussing on a sense of belonging and location.
One of Schroeder’s pieces features two contrasting embroidery looms facing away from each other, while hanging from the ceiling. The two looms both depict a home, which can be characterized as a symbol of belonging. The houses differ in style. One is a U.S.-style house. The other is a Mexican-style house.
The U.S. house is large with many windows sitting in the middle of bright, green, landscaped grass. The Mexican house is smaller, with no scenery. It does, however, have flowers and a bird giving the appearance that nature is freer in Mexico than in the United States, where everything is rigid and defined. The two looms are physically connected to each other. It looks as though the artist used the same string to create some images on both looms, demonstrating the tension that migrants face when trying to figure out where they belong.
Finding a sense of belonging is not limited to migrants; it is a tension that many grapple with throughout their lives. The final artist, Marela Zacarías, featured in this exhibition grapples with the concept of identity, as well. When creating pieces, she incorporates the history of a place, as well as its physical context. Through sculpting and the use of color, she demonstrates social and political ideas. Zacarías explores identity and its connection to nationality.
“Underlying Borders” brings together the stories of these five artists. While their stories differ, the underlying themes of their work are remarkably similar. They all created pieces that speak to gender, identity, and nationality; each responding to their own migrant experiences and the tensions they’ve felt as a result of location and relocation between Mexico and the United States.
“Underlying Borders” is at the Mexican Cultural Institute closes this Saturday, June 1.
—Written and translated by Bailey Kroner
La primera cosa que se oye es: Boom. Boom . Boom. La tierra parece agitarse; los frascos de vidrio tiemblan en los estantes dentro de la pequeña sala oscura. Una ráfaga de viento se transforma en rugido y se escucha a través de los altavoces, aumentado la tensión.
“Está temblando, está temblando un poquitito” por Gerardo Camargo es una pieza sorpresiva. La sala oscura anticipa el ritmo, sube el volumen y esto hace que el corazón se agite. La incógnita se percibe y nos hace sentir incómodos cuando el helicóptero se acerca. Adentro hay estantes de metal que tienen muchos tarros de vidrio de diferente tamaños y formas. Enfrente de ellos se encuentra una pantalla digital que muestra un helicóptero que rápido se acerca. El ruido sube ahora uno decibeles y más rápido hasta que el aparato vuela lejos y se calla a la distancia.
En la exhibición mixta de arte de medios: Fronteras Subyacentes “Underlying Borders” en el Instituto Cultural Mexicano, cinco artistas, esperan la atención de los espectadores para demostrar las diferencias en cómo la gente piensa, usa la memoria y el cuerpo. Aunque el show también trata de los estereotipos, la violencia inherente entre las culturas y los estilos de vida tanto de los Estados Unidos y México.
Las artistas en esta muestra son Felipe Baeza, Gerardo Camargo, Irene Clouthier, Alison Lee Schroeder y Marela Zacarías. Todos entrelazan sus historias personales y la experiencia del emigrado entre México y los Estados Unidos. Cada pieza es única y tiene una historia que contar. Todas usan materiales diferentes, pero las obras en su conjunto forman un todo. Las instalaciones miran las tensiones entre locación y mudanza; además de explorar los conceptos de identidad y nacionalidad.
Baeza examina temas de género e identidad usando las técnicas de collage, acuarela y pintura al huevo. Desea que el invisible se vuelva visible y viceversa. Quiere crear un espacio entre la realidad y el imaginario. Su obra “Avistamiento Fantasmagórico 1” muestra eso. La ropa le da a los espectadores una sensación de fantasía como si fuera construido en un sueño.
Como Baeza, Clouthier explora la identidad a través de su material principal: el plástico, dado que es un material maleable. Para ella le permite escaparse de la burbuja en que vive. Cuando esculpe, Clouthier mira a las relaciones humanas y su complejidad incorporando una percepción alegre como una reflexión de su vida y juventud. Su obra “Toma Todo” tiene muchos colores y es llamativa. La mira como una pirinola o peonza con colores básicos como el rojo, el azul, el amarillo y el verde. Cada lado tiene mensajes como “olvida todo”. La escultura representa un juguete de niño pero los mensajes representan la madurez y el dolor de eso.
Similar a Clouthier, Schroeder utiliza colores brillantes y alegres para reflejar su pasado. Combina tejidos, fotografías y una instalación mixta para reflejar memorias estereotipadas y supuestos inocentes de la vida. El resultado, es una obra que enfatiza en el tópico de la identidad y se enfoca en el sentido de pertenencia y locación.
La obra de Schroeder presenta bordados que están colgados en lados opuestos de la sala. Los dos bordados muestran una casa -símbolo del sentido de pertenencia-. Las casas tienen estilos diferentes; son una casa norteamericana y la otra una casa mexicana. La casa norteamericana está en el centro del patio; es muy grande y con muchas ventanas. La casa mexicana es más pequeña y sin paisaje, aunque tiene flores y un pájaro. Estos símbolos representan que la naturaleza es más libre en México que en los Estados Unidos donde impera la rigidez y la definición; aunque los bordados se conectar y se juntan por los hilos que la artista usa. Los hilos mismos se entrelazan para crear imágenes en los dos bordados. Esta técnica demuestra la tensión que los migrantes experimentan cuando tratan de averiguar a dónde pertenecen. La búsqueda y el sentido de pertenencia -una problemática no exclusiva de los migrantes- es una tensión que mucha gente experimenta durante el proceso de la vida.
Marela Zacarías, quien es la artista final en esta galería, trabaja con el concepto de pertenencia también. Su arte incorpora la historia del sitio, además del contexto físico. Usando escultura y color demuestra ideas sociales y políticas. Zacarías explora el concepto de procedencia y su conexión con el de nacionalidad.
“Underlying Borders” junta la creación de cinco artistas: Baeza, Camargo, Clouthier, Schroeder y Zacarías. Y aunque las narrativas son diferentes, los temas son muy similares. Las obras tratan en torno al género, la identidad, el contexto y el origen. Aunque también el cambio de locación y mudanza; la experiencia y lo que subyace debajo y no se ve, aunque tiene una presencia.
Desasosiego y tensión es lo que los espectadores sentirán cuando miren esta exhibición.
“Underlying Borders” Mexican Cultural Institute, hasta el sábado, 1 de junio.
—Bailey Kroner