By hola | Published | No Comments
Dividido en dos partes: Ficción en su Salsa y en Rescate de la Memoria, “Lo que tenemos en Común”, es un texto de diferentes géneros, estilos, similitudes literarias, constantes y estados de ánimo. Más de todo lo que pueden tener en común 12 autores peruanos viviendo en los Estados Unidos, “Lo que tenemos en Común” reúne 32 narraciones de muy buena factura, obviamente algunas mejores que otras, algunas otras más íntimas que aquellas y aquellas dentro de un espejo y dentro del espejo, el hecho de ser emigrados. El presente en un nuevo país mirando al pasado, quizá un lugar y una tierra lejana a la que es muy posible no se regrese jamás, pero que continúa en su lugar dentro del alma. El hoy que observa hacia atrás y se ve y se compara.
Obviamente lo que tienen en común estos autores, además de su dedicación a la literatura, es el origen. Se sabe de dónde son porque en muchas de las historias aparece la ciudad de Lima, a veces la cultura andina, la calle Los Conquistadores, el ceviche y el pisco sour. Pero también Virginia, Maryland, Santa Fe, Ohio, Florida, California, Texas, New Jersey, New York y Washington DC. En estos relatos vemos a la ciudad desde el punto de vista del emigrado, del que se encuentra con un nuevo escenario en el cual se tiene que hacer vida y adaptarse para vivir. En uno de los cuentos de Ani Palacios, una chica inicia una relación con un tipo del otro lado del Internet y pronto sabe que quizás eso haya sido un gran error, sobre todo en un lugar donde el espionaje electrónico está a la orden del día y el fake news es lo que domina nuestra vida cotidiana. En los textos de Ani Palacios los personajes son mujeres, algunas engañadas, timadas e incluso abusadas, pero estas féminas de alguna u otra forma se burlan de la masculinidad, dado que para un Alpha Male, siempre habrá una un Alpha Female; una sobreviviente, vamos, parece decir la autora. En “A 33 centímetros del abismo” el cazador se convierte en presa y la atracción en anzuelo.
Las otras dos escritoras incluidas en la antología son Rina Soldevilla y Rocío Uchofen. La primera es autora de “Confesión” que desde el título nos prepara para saber algo secreto de boca del personaje; el ser escondido en el clóset de todos nosotros mismos y el instante clave en el que abre la puerta y sale a una nueva realidad inesperada. En “La noche de Sandy” la asistenta de una anciana rica de Nueva York se enfrenta a un desastre ecológico del que trata de escapar, mientras en otro, una mujer como Alicia, es devorada por el reflejo, tan sólo para escapar de un coche bomba. Ambientada también en Lima, “El hotel que la habitaba”, de Luis Fernando Zavala es una historia de fantasmas, pero también del pasado y el hoy, los cambios de una ciudad, sus problemas sociales y lo que se dejó atrás y se esconde, en este caso en el hotel histórico Gran Hotel Bolívar del Centro De Lima, donde según dicen, el cuarto 366 está habitado por un ser de otro mundo.
El más allá y lo sobrenatural parecen obsesionar a estos autores, dado que ambos temas se hacen presentes en este libro. El personaje de Ricardo Vaca-Rodríguez es un espectro que a veces habita el cementerio y otra solamente es una sombra acechando en una esquina. En ocasiones es la reencarnación de la mujer imaginada, recordada, y a veces sólo platónica, como en “El primer Beso” de Jerry Gómez Shor. En “La mente de Ella” de Martín Balarezo el personaje se encuentra con que tiene varias personalidades… o serán ¿varios yo?
Acreedor al tercer lugar en el International Latino Book Awards en la categoría Best Collection of Short Stories, “Lo que tenemos en Común” es la descripción norteamericana desde varios puntos de vista y en español. Así nos enteramos de realidades brutales cómo es la compra de órganos internos y el mercado negro de estos, sobre todo de niños pobres como en “Donantes Involuntarios” de Alfredo m del Arroyo. Del tráfico de esclavas sexuales, como en otro cuento de Ani Palacios, titulado “Bordes Desgarrados”; de la indolencia ante el sufrimiento como en “El blanco de sus ojos” de Alberto Caballero, donde un buitre está a punto de devorar a una famélica niña en el África ante los ojos voyeristas de un fotógrafo. “Lo que tenemos en Común” es también un libro que nos habla de Los Estados Unidos, sus habitantes y conciudadanos; a veces nuestros paisanos, en otras sólo nuestros vecinos. Esta antología que lleva en la portada los sellos hecho en Perú y Made in the USA, no sólo es ficción en su salsa, sino entre otras cosas, éxitos, amores, ternura y buenos momentos, como en los cuentos de Julio Jesús Celaya Simbrón o Ulises San Juan.
Compilado por Alfredo del Arroyo y Ricardo Vacca-Rodríguez “Lo que tenemos en Común” es un ejemplo de la buena literatura norteamericana escrita en español hoy en día en este país.
Lo que tenemos en Común, Pukiyari Editores 2019.
Alberto Roblest