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OAKLAND, California – El roble es el símbolo de esta ciudad. Pero no todos los barrios de Oakland tienen el mismo número de árboles que puedan proporcionar una sombra amplia en los días soleados y reducir el riesgo de inundaciones cuando llegan las tormentas.
Los barrios de menores ingresos de Oakland suelen tener una cantidad significativamente menor de vegetación y árboles en comparación con los barrios más ricos de la ciudad, quienes tienen un 50% de cobertura arbórea. Lo que significa que la mitad de ellos cuentan con árboles y sombra, en comparación con el 4% de los barrios en la llanura (the Flats), la zona industrial de Oakland, según declaró el Manager de Desarrollo Sostenible de Oakland, Daniel Hamilton, a NBC Bay Area News. Geográficamente, los barrios más pudientes están situados en las colinas.
Al no contar con árboles, parques u otras zonas verdes, las áreas llanas de la ciudad son más susceptibles a los efectos del cambio climático, como las islas de calor y las inundaciones. Estos fenómenos son ejemplos de los peligros ambientales que afectan de manera desproporcionada a las personas de color con bajos ingresos en Oakland, y en todo el país, según un creciente conjunto de investigaciones sobre las que Hola Cultura ha informado en nuestra serie de podcast “The Climate Divide“.
Con el año 2023 en vías de ser el año más caluroso que se haya registrado, las islas de calor se están convirtiendo en una preocupación creciente para los habitantes de las ciudades. Oakland y Washington, DC, son solo dos de las muchas ciudades que se enfrentan a este desafío. Las islas de calor son zonas urbanas que tienen temperaturas más altas que las zonas rurales. Suelen ser más calurosas porque contienen menos espacios verdes y muchos edificios y carreteras que absorben rápidamente el calor.
East Oakland, un barrio que se encuentra en la llanura, encaja en la descripción de isla de calor porque es industrial y tiene muchos edificios de concreto. Según los expertos, para hacer frente a las islas de calor, las ciudades deben plantar más árboles y dar prioridad a las zonas con escasa cobertura arbórea.
Entre los más afectados por la falta de sombra de los árboles están las personas que trabajan al aire libre, como los repartidores de correo, los vendedores de fruta y los obreros de construcción. Emily, una vendedora de fruta que trabaja por todo Oakland, me cuenta su experiencia con el calor.
“A veces sube la temperatura hasta los 98 grados, lo que nos afecta a nosotros y es peor para los bebés. Mi bebé siempre llora por el calor”, dice Emily, que pidió ser identificada solo por su primer nombre para respetar su privacidad. Ella y otras vendedoras de la zona suelen llevar a sus hijos a trabajar con ellas, incluso en condiciones climáticas extremas.
“Cuando hace mucho calor, a ella [su hija] le afecta mucho. Siempre se aburre y empieza a llorar”, dice Emily. Cuando eso ocurre, “camino un rato con ella para distraerla”, señala.
Cuidar de un bebé alterado por el bochorno mientras se atiende un negocio es una de las muchas formas en que el calor afecta a las personas en situación de vulnerabilidad y merma su capacidad para ganarse la vida.
El incremento de los días de calor extremo es solo uno de los problemas relacionados con el cambio climático que enfrentan los residentes de East Oakland. Las inundaciones son otra preocupación constante. Como la mayor parte de East Oakland está cubierta de concreto, el agua de las tormentas no tiene por dónde fluir, lo que puede provocar inundaciones.
Las inundaciones en estas zonas se deben al desbordamiento de las aguas torrenciales. Los residentes corren más riesgo de sufrir estas inundaciones porque esta parte de la ciudad tiene estuarios y canales de marea conocidos por inundar las casas de los alrededores, como la de un residente de East Oakland que quiso ser identificado por su sobrenombre, Junior. Su barrio se ha inundado varias veces, por lo que teme que la casa de su familia también sea vulnerable a las inundaciones.
“El agua inundó el patio trasero de mi vecino. Y empezó a venir hacia nuestro lado de la cerca”, dice Junior.
Actualmente, las inundaciones son poco frecuentes en Oakland, pero se han convertido en una preocupación creciente a medida que sube el nivel del mar. Según Risk Factor, existen alrededor de 4.429 propiedades en Oakland con más de un 26% de probabilidades de quedar “gravemente afectadas por inundaciones en los próximos 30 años”, lo que representa el 15% de todas las propiedades de la ciudad. La mayoría de las propiedades en riesgo de inundación se encuentran en los barrios de bajos ingresos. Si no se toman las medidas necesarias para evitar las inundaciones, los expertos afirman que los residentes de Oakland con menores ingresos se verán afectados de forma desproporcionada.
Según los expertos, un aumento de zonas naturales en los barrios urbanos puede disminuir los efectos de las altas temperaturas y las inundaciones. Plantar más árboles e infraestructuras urbanas verdes puede enfriar las temperaturas mediante el proceso de evapotranspiración y creando sombra. Además, las plantas y los árboles pueden ayudar en la evacuación de las aguas pluviales absorbiendo el agua.
La ciudad de Oakland ha creado un plan maestro de bosques urbanos para ayudar a las comunidades afectadas por estos peligros medioambientales. Por ejemplo, está en marcha la plantación de más árboles. La ciudad tiene previsto plantar 700 árboles en toda la parte llana de Oakland -tanto en East Oakland como en West Oakland- para el invierno del año 2023. Además, en el 2020 la ciudad de Oakland creó el Plan de Cambio Climático Equitativo 2030. Este plan es un avance hacia la lucha contra el cambio climático en la ciudad.
Los residentes de Oakland sienten los efectos del cambio climático de manera diferente según dónde vivan. La creación de un plan específico contra el cambio climático puede reducir estos efectos negativos para los residentes más vulnerables de Oakland. Con la cooperación de la ciudad y la ayuda de la comunidad, se puede minimizar la desigualdad entre los barrios de las colinas y las llanuras de Oakland.
Entérese de cómo afecta el calor del verano a los que residen en la zona en nuestro podcast, “The Climate Divide.” ¡Permanezca atento a la segunda temporada, que llegará este otoño!
– Artículo de Lily Herrick
– Editada por Rafaella Mufarech
– Traducido por Natalia Chamorro