By hola | Published | No Comments
Antes de los celulares los teléfonos de disco se hicieron populares en las calles de las ciudades de todo el mundo, la esquina o dos bloques adelante era lo más cercana de la “telefonía a tu alcance”. Si tenías la mala suerte de que no funcionase, ni modo, tenías que seguir hasta encontrar otro teléfono, en alguna otra calle.
En esta ocasión tenemos un collage de fotografías de algunos de los últimos sobrevivientes de la telefonía por cable. Estos teléfonos públicos, de monedas, fueron muy útiles en momentos de emergencia, de soledad, de fraternidad y de amor, pero también de chisme banal y negocios no muy claros, completamente oscuros, aunque también traiciones. Obviamente para hacer la última llamada después de un accidente, o la ultima antes de entrar a pagar condena perpetua en prisión, o la última minutos antes del tiroteo, una explosión… et al. En esta ocasión aprovecharemos la ocasión para hacer un tipo de metáfora, y esta es una última llamada a los votantes. Así como el teléfono se usa para llamar al amigo, el voto se usa para llamar a la democracia. Así como el teléfono se usa para hablar y comunicarse, el voto se esa para ejercer el derecho de escoger a los políticos que queremos nos gobiernen. Votar es una obligación ciudadana, no lo olviden. un derecho ganado por el pueblo a través de los años, protegerlo es nuestra obligación. De verdad, al no ejercerlo, estamos desperdiciándolo. Salgan de sus casas, de su zona de confort, de sus teléfonos celulares. Sólo recuerden una cosa, si no votamos: la democracia pierde, el fascismo gana.
Aquí una colección de esos últimos ejemplares de teléfonos de monedas en la ciudad. Fotografías de Hola Cultura.