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*De nuestra gustada sección: LEER DC. Nuestras RESEÑAS de la Biblioteca Pública*
Siempre es una grata sorpresa encontrarse un buen texto en la biblioteca pública, y más cuando este libro viene de una editorial independiente, o por lo menos no tan conocida como la de las grandes editoriales monopolio que se han apropiado de la industria editorial no solamente en América Latina, sino en el mundo hispano.
Todo el tiempo es un libro de cuentos en el que los tres relatos que componen el texto se entremezclan para formar una pieza de altísima calidad narrativa, con una imaginación novedosa y la capacidad de entablar una excelente comunicación simbólica con sus lectores.
El autor Mario Levrero (1940-2004) es un uruguayo qué escribe de una forma bastante fascinante, al grado que muchos lo han comparado con escritores de la talla de Onetti, Felisberto Hernández y Quiroga. El estilo de Levrero muestra influencia de la ciencia ficción y el género policial, aunque también es importante mencionar el papel que tiene la “narrativa cómica” dentro de sus textos. A pesar de ello, es difícil clasificarlo en uno sólo de los géneros ya mencionados.
En estos textos, los personajes se proyectan unos sobre otros, los tiempos cambian y todo pasa en un presente donde el pasado tiene una presencia muy fuerte, y lo que parece no tener sentido, lo adquiere en la forma y al final. Todo el tiempo nos lleva por mundos mágicos y por personajes que nosotros creíamos perdidos en algún pueblo abandonado. Seres que de pronto aparecen y nos sorprenden con la magia que el autor les ha dotado. La realidad en estos textos no es la misma que nosotros conocemos, sino es una realidad que proyecta el espejo de la vida y de la de la imaginación.
Como los personajes de un circo que se hacen de pronto reales en un pueblo abandonado del desierto; seres un poco extraordinarios que vienen a cambiar la mentalidad de los que habitan en estos poblados donde no pasa nada. Sobre el océano un barco, una familia que se encuentra de viaje rumbo a Europa, y el interesante caso de un adiós que no se dice, mientras nosotros vemos como poco a poco unos y otros van desapareciendo, hasta que al final, cuando el barco vuelve a llega a su destino, sólo hay uno de todos, pero no hay problema, dado que los demás se han ido al mar, quizá solamente se han escondido en ese buque para no salir más de su encierro.
En el panorama de la literatura uruguaya contemporánea, Levrero surge como el último autor de culto del siglo XX. Su fama fue aumentando a partir de los años 80, aunque él decidió mantener un perfil muy bajo.
Todo el Tiempo, Mario Levrero, Casa Editorial HUM, Uruguay 2012.