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Las once sombras con las que Alberto Caballero (Trujillo, Perú, 1954) nos somete a su conjuro, en su libro “La sombra del estiómeno y otros cuentos” son tan fantásticas como improbables, como él mismo las describe.
En esta segunda edición, bajo la batuta de Pukiyari Editores, Caballero, nos sumerge en un mar de situaciones extrañas, en las que los personajes se ven envueltos en una amalgama de hechos curiosos. Una sombra amorfa vomitando líquidos viscosos y condenada a morir por su complemento, esperando llegar a su momento imperecedero, un ingeniero manipulado cerebralmente por extraterrestres mediante un juego intergaláctico, invadido por esbozos de locura asesina, un Papa que sucumbe ante una verdad científica y describe a ángeles y demonios como “entes creados por la mente del hombre con el único propósito de justificar la presencia o ausencia del temor”, y ante la llegada del fin del mundo espera el momento de enfrentar a sus fieles con la verdad sobre la salvación de sus almas: “después de la muerte no queda NADA”.
La codicia de una pareja queda demostrada en La varita del mago. Cegados por la ambición, en una especie de moraleja, Caballero nos sorprende con el desdichado, pero merecido final al que podrían llegar personajes sin escrúpulos invadidos por el egoísmo. En La cita, la muerte tiene que cumplir con la agenda del día y enseña a su aprendiz que ante el arrepentimiento de un suicida, a veces, hay que valerse de artimañas, para que la agenda del día se cumpla. El autor llega, en estas cien páginas, a enrollarnos en una madeja, de la cual el lector difícilmente podrá salir liberado, sin antes leer el último renglón. “La sombra del estiómeno y otros cuentos” se hizo acreedor del Premio Internacional de Relato Latin Heritage Foundation en 2011.
Lanzado a fines del año pasado, “Acto reflejo y otros relatos”, el libro más reciente de Alberto Caballero, es una colección de diez y seis historias insólitas con bases reales, en donde el lector se quedará pensando si actuaría de la misma manera que los personajes ante situaciones a las que se enfrentan. Un terremoto acaecido dos días antes del debut de la selección peruana de fútbol en el Mundial de México 70, origina la falta de energía eléctrica en varias ciudades, ante esto, un par de niños traviesos confabulan una mentira, con la cual poder llegar hasta las filas delanteras de una plaza, y les permita ubicarse frente a un televisor instalado allí, mentira que provoca, como un acto reflejo, una estampida de gente que huye del lugar.
El blanco de sus ojos, quinto relato del libro, está basado en una famosa fotografía ganadora del Premio Pulitzer. ¿Cómo reacciona el fotógrafo inmediatamente después de disparar el obturador? ¿Cuál es su acto reflejo? Salvar al niño, espantar al buitre, informar a alguien del hecho o ignorar la situación. ¿Cómo habría reaccionado usted estimado lector? En este libro, la vida y la muerte quedan abiertas a mil posibilidades sin final preciso.
En el colmo del cinismo, ¡Sorpresa! Nos deja estupefactos ante una infidelidad infraganti, en la que el marido, luego de haber sido sorprendido en la cama con su amante por la esposa, en un acto reflejo, decide ignorar totalmente el hecho, tratando de convencerla, que a lo mejor la realidad vivida fue un simple sueño, y el hecho de la que fue testigo, nunca sucedió. El día de la presentación del libro en la biblioteca de Sterling, Virginia, la lectura de este cuento provocó en la sala algunas caras sonrojadas de los varones, y más de una mirada suspicaz en las damas ahí presentes.
Ambos libros están disponibles en AmazonCom.
Alfredo Del Arroyo Soriano