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A continuación presentamos tres microrelatos de Fernando Gudiel, poeta radicado en Virginia que gusta de los atardeceres en Adams Morgan y la poesía erótica.
1-El retrato de un matrimonio perfecto
En el despertar de una nueva aurora, se dan un beso de buenos días. En el ocaso, se proporcionan un beso de buenas noches. ¿Entre beso y beso? Ajenjo y amargura. Mentiras verdaderas.
2-Erotómano Nocturno
A lo lejos, en la oscuridad, hay una mesa con una hoja en blanco. La adorna un vaso de alcohol, el cual sorbo en sorbo se evapora. De testigo el humo del cigarro se desvanece en la nada. Estoy en un bar a la sombra. Tengo en la mano la pluma inquisidora. Te distraes y observas desde la ventana, el apareamiento de la luna con las estrellas. Ves a las trabajadoras putas que se pasean de un lugar a otro. Las letras son tus ninfas de la perdición, que se van con el mejor postor, son tus tristes seres que fornican con la mente del lector.
3-La noche se viste de vértigo
La noche se viste de un negro vértigo, la ciudad se engalana de ese llamativo color rojo. Tiene su vientre desnudo, los pechos descubiertos provocan lujuria. Corazón sin latir, diástole sin amar, sístole sin soñar. Mírala directamente a sus ojos blancos, sin fulgor, sin vida. La noche se viste de un negro vértigo.
Fernando Gudiel (Nueva York, 1973). En 1980 se embarcó rumbo a Guatemala, donde se educó. Estudió Administración de Empresas, luego obtuvo un post grado en Economía y Finanzas. Además tiene un MBA. Desde el 2003 radica en Virginia, Estados Unidos. Tiene publicado el poemario Lágrimas de pájaro cautivo (Letra Negra 2012) y Ritual rojo de primavera (Indeleble editores 2015).