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Guatemalteco de origen, su obra gráfica y sus relatos están inspirados en la cosmogonía maya de la muerte y el inframundo. En esta entrega de nuestra sección: Literatura Mínima, presentamos un texto de Álvaro Sánchez.
Al despertar esa mañana de domingo sintió como si su cuerpo tuviera la peor de las resacas de su vida. Estaba completamente adolorido. La corona de flores de su cabeza estaba destrozada, y empezaba a marchitarse.
Cada mañana se remienda restos de los cuerpos que ha tenido de otras vidas. Estos siempre llegan a la orilla de su cama. Sus ojos están negros y cansados, en las yemas de sus dedos hay cicatrices de la aguja capotera con la que se cose todo el tiempo.
En el lugar en el que vive hay muchos trozos sin remendar. Ese domingo, como muchos otros, la muerte lo visitó para presenciar, una vez más, cómo él hilvanaba otro miembro más a su torso. A ella eso le divierte, le gusta contarle sobre las personas que irá a buscar. Dice cómo serán los últimos días de cada uno, así como lo que les dirá al encontrarlos.
Él se desespera con sus monólogos, pero ella encuentra su mirada suplicante, sabe que él anhela desde hace mucho tiempo irse con ella, pero la muerte también tiene otras maneras de ser cruel. Se le acerca y en su mano pone otro puñado de agujas. Promete relatarle más historias el próximo domingo.
Álvaro Sánchez
Álvaro Sánchez (1975). Artista visual y escritor nacido en la ciudad de Guatemala. Ha colaborado y publicado con revistas de arte, literatura y diseño. Su obra ha sido expuesta en países de Europa, Asia y América. Ha publicado el libro “Mañana Muerta de Domingo” (Editorial X). En su dirección de Instagram usted puede encontrar más información en @sancheisdead