By hola | Published | No Comments
De nuestra gustada sección: LEER DC, desde la cual promovemos la lectura entre la comunidad latina de Washington a través de reseñas de libros que se pueden encontrar en la Biblioteca Pública de la ciudad. Recuerde, usted puede seleccionar su libro en línea y los empleados se lo apartarán a su nombre y entregarán en la puerta.
Como en otros libros de Mario Mendoza, “Lady Masacre” es un texto que reflexiona en torno a la realidad colombiana y esta, como subtexto de una historia donde una luchadora sube al ring y se agarra a golpes con sus contrincantes, aunque también podría ser una luchadora social, una vengadora, una conciencia de las que hace a veces los malos se arrepientan.
“Lady Masacre” es un libro que a cada capítulo nos sorprende y somos testigos de las posibilidades a las que se enfrenta el investigador privado Frank Molina, cuya experiencia como ex periodista le ha afinado el olfato. Además, conoce los barrios bajos, el funcionamiento de las pandillas, las conexiones en el gobierno, los contactos en la policía, y por supuesto alguno que otro soplón. Así es que cuando le encomiendan el caso de la enmascarada anónima, se encuentra perfectamente armado para ir a la búsqueda de esta luchadora que resulta ser un travesti.
Nuestro héroe deambula no sólo por los barrios trasvestis, sino también por las casas de los ricos y los políticos, todos obviamente con su propia máscara, su propio disfraz de lucha en el ring social en el que habitamos.
Quien contrata a Frank Molina es una mujer rica, claro, son las que pagan bien, con el encargo de encontrar a su hermano menor, Ignacio. Obviamente este hombre no es ningún niño, sino un viejo político de diente gordo y garras en las manos qué ha hecho y deshecho, cómo hacen los políticos enriquecidos con el erario del país, no sólo en Colombia, sino en el mundo en general. “Hay una diferencia entre la ley y la justicia, no siempre van de la mano”. Ignacio Pombo es un político importante que ha mantenido una doble vida secreta de la que vamos enterándonos en la novela. ¿Qué relación puede haber entre un político de renombre y una luchadora de barriada? ¿Qué entramado puede develarse del vínculo entre ambos? ¿Cuál es el hilo invisible que los asocia? Estas son las preguntas que parece hacerse Mario Mendoza en esta novela policiaca de muy buen ritmo.
Molina obsesionado con la verdad se lanza a fondo en busca del asesino del político con doble vida y algo como una máscara, para llevarse es el escenario de los teatreros mayores, qué son los políticos. “Lady Masacre” es guapa, alta, con personalidad y habla bien. A pesar de su origen humilde, su profesión llena de caídas y el DNA que lo delata. “No sé si entiende. Lo que quiero decir: las demás nacieron mujeres y les parece normal ser así, a mí me tocó hacerme mujer y de ahí que tenga las facultades femeninas más marcadas”. El propio Molina tiene su máscara, y es la del joven que padece de bipolarismo y depresión con la cual tiene que luchar todos los días tomando pastillas. “-Nunca has sentido que el mundo es un lugar frío donde no hay espacio para usted?- me preguntó ella de sopetón, con una tristeza repentina que le ensombreció el rostro entero. -Muchas veces- dije recordando no sólo mis estadías en las clínicas psiquiátricas, sino las miles de noches con ese vacío adentro, ese hueco que no se llena con nada.”
Mario Mendoza tiene “esas palabras mágicas que ciertos entrenadores saben pronunciar cuando su pupilo va perdiendo la pelea y que le dan la vuelta al resultado”.
“Lady Masacre,” Mario Mendoza. Ed. Planeta 2013
– Alberto Roblest