By hola | Published | No Comments
Llevar la obra de compositores contemporáneos al Kennedy Center nunca ha sido una tarea fácil, y menos aún en español, pero Francesca Zambello (directora del Washington National Opera) nos ha traído por primera vez a este grandioso escenario Florencia en el Amazonas (1996). Inspirada en la obra de Gabriel García Márquez compuesta por los mexicanos Daniel Catán (1949 – 2011), músico neo-romántico, y con el libreto de Marcela Fuentes-Berain.
La directora de este espectáculo musical nos narra cómo fue el origen de la creación de esta obra. Cuando estaban trabajando en proyecto de la creación de la ópera, Francesca, Daniel Catán y Marcela Fuentes-Berain tuvieron que viajar a Colombia. En este periodo el país se encontraba sufriendo la violencia relacionada con la droga que había provocado que 3 millones se colombianos fueran desplazados de sus tierras y vivieran como refugiados dentro de su propio país. Para poder entrevistar a Gabriel García Márquez, los autores tuvieron que ser escoltados primero en un helicóptero artillado y después en un jeep por militares armados. El escritor residía en ese momento un complejo en el medio de la selva cerca de Cartagena.
Florencia en el Amazonas está históricamente recreada en otro periodo histórico parecido de gran auge económico y con turbulencia en el Amazonas. Este periodo es el de la “fiebre del caucho” (1879-1912). En el cual hubo grandes transformaciones históricas y sociales en los países en el Amazonas -Brasil, Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador. Manaos en Brasil fue el centro del proceso colonizador que atrajo riqueza que causo grandes cambios. Manaos tubo tranvía eléctrico mucho antes que Nueva York o Boston. Se construyeron grandes avenidas sobre los pantanos, así como grandes edificios, entre ellos el famoso Teatro Amazonas. El teatro fue inaugurado el 6 de enero de 1897 con una presentación de La Gioconda de Amilcare Ponchielli, interpretada por la Gran Compañía de Ópera Italiana y cuya estrella principal era Enrico Caruso.
La ópera inicia cuando los protagonistas se están embarcando en el muelle de Leticia hacia Manaos, rodeados de vendedores ambulantes (coro). Ríolobo (Norman Garrett), dios del río, es el narrador quien nos va presentando a cada uno de los personajes abordan el barco de vapor. Entre los pasajeros se encuentra Florencia Grimaldi de incógnita (Christine Goerke), la legendaria diva que va a reabrir la casa opera en Manaos. Ha regresado en búsqueda de Cristóbal, el cazador de mariposas cuya pasión cuya pasión una vez despertó su voz.
Rosalba (Andrea Carroll), una joven escritora cuyo trabajo gira alrededor de una biografía sobre Florencia, se le cae accidentalmente su libro de notas al río. Pero Arcadio (Patrick O’Halloran), el sobrino del capitán lo recupera. Ambos dialogan sobre sus sueños. Arcadio quiere ser piloto de aviones y Rosalba quiere conocer a Florencia “la mujer que ha dedicado en cuerpo y alma al canto”. Paola (Nancy Fabiola Herrera) y Álvaro (Michael Todd Simpson), una pareja de más que espera el canto de Florencia reavivará su romance. Pero durante la cena discuten y finalmente avientan al río sus anillos de bodas dentro de una botella. A la mañana siguiente el capitán (David Pittsinger) habla con Florencia y le dice que quizás Cristóbal probablemente esté muerto, Florencia se desmaya. Sobre la cubierta durante el juego de barajas la tensión emocional aumenta Entre Paola y Álvaro, Rosalba y Arcadio se sienten atraídos el uno al otro. Coro.
En el segundo acto Florencia, después de haber sobrevivido a la tormenta, declara que mientras ella esté viva seguirá buscando a Cristóbal. Rosalba encuentra su libreta de notas dañada por la tormenta. Le explica a Florencia que está escribiendo un libro sobre la gran diva. Florencia desafía la interpretación de Rosalba sobre como el de una mujer libre, insistiendo que su voz nació gracias al amor por Cristóbal. Rosalba finamente se da cuenta que está hablando con la misma diva. Florencia le sugiere a Rosalba que deben tratar de estar libres juntos. Cuando el barco se acerca a Manaos, Ríolobo anuncia la epidemia de cólera. El capitán considera que es seguro desembarcar. Florencia de manera apoteótica manda una canción a su amante diciendo que ella sabe que la escucha tanto en la vida como en la muerte y que si no la escucha su canto no cesara. Finalmente se transforma como la Musa Esmeralda Mariposa.
Irónicamente al llegar la embarcación de El Dorado a Manaos encuentra un infierno lleno de cólera. El nombre de la embarcación hace referencia a El Dorado. El legendario lugar que supuestamente estaba ubicado en el territorio del Virreinato de Nueva Granada (Colombia), donde se creía que existían abundantes minas de oro. Este nuevo dorado de principios del siglo veinte es la Vorágine (1924) que noveliza el colombiano José Eustaquio Rivera describiendo los abusos de los colonos e indígenas que habían sido esclavizados durante la fiebre del caucho. El cólera en este caso no solo el de la enfermedad sino alegóricamente sintetiza el cólera de los abusados habitantes del Amazonas desde el periodo de la conquista hasta el siglo veinte. La única relación entre los personajes de la novela El amor en los tiempos del cólera de Gabriel García Márquez y la ópera es el personaje de Rosalba quien lo sedujo al personaje principal Florentino Ariza durante un viaje en buque. Y el motivo del viaje al final de la novela cuando Florentino Ariza después de esperar a Fermina Daza por 53 años, 7 meses y 11 días al que considera es el amor de su vida se embarcan en un viaje a mar abierto, en que sería su primera luna de miel.
Cabe destacar la fabulosa voz de Christine Goerke en su papel de Florencia. También, hay que aplaudir a la soprano debutante nacida en Washington de ascendencia guatemalteca Andrea Carroll por su papel como Rosalba. Los cantantes Patrick O’Halloran, Nancy Fabiola Herrera, Michael Todd Simpson, David Pittsinge y Norman Garrett también merecen un aplauso. La conductora de la orquesta Carolyn Kuan es también una debutante en Kennedy Center. Los bailarines Durrell Comedy, Alison Mixon, Christopher Pennix, Matthew Steffens y Ricardo Zayas representaron al río y a la población indígena en la misma medida. Ellos mismos sacan del rio Álvaro, libreta de notas de Rosalba y al final acarrean ataúdes flotan sobre el río. La diseñadora del vestuario Catherine Zuber hizo una gran labor al escoger confeccionar el vestuario de la bella época usado en la producción. Los telones de fondo en la producción que representa la selva amazónica hacen un homenaje al pintor post-impresionista Henri Rousseau. Durante la noche de la inauguración, fue presentada al público la nueva directora del Kennedy Center, Deborah Rutter. ¡Esperamos que no se la pierdan! Kennedy Center.
*Hola Cultura quiere darle gracias a Francesca Zambello y a Michael Solomon por la oportunidad de esta reseña.