El ajolote mexicano, o Axolotl como le llamaban las tribus originarias de la cuenca de México, se encuentra en peligro de extinción, principalmente por el cambio climático, la sobrepoblación humana cerca de su hábitat, y la contaminación de las aguas.
Esta vez, el daño ambiental amenaza a un anfibio muy especial, ya que a nivel mundial sólo se encuentra en el Lago de Xochimilco, México; esta criatura tan particular, fue considerada como un ser sagrado, según la mitología Azteca. Antes de la llegada de los españoles, los Indígenas Americanos, observaban que los axolotls eran capaces de recuperar todas las partes de su cuerpo, inclusive su espina dorsal, cabeza e intestinos en sólo 3 semanas, sin dejar cicatriz. Estos seres son muy hermosos e interesantes físicamente, ya que tienen el aspecto entre una salamandra y un pez. Pueden medir entre seis a dieciocho pulgadas, pesan entre dos y ocho onzas.
Su cabeza es grande comparada con el resto de su cuerpo, su carita con boquita curvada da la impresión de estar siempre sonriente, por lo que también en la antigüedad se le conocía como el “Cara de niño “. Tiene cuatro patitas palmeadas que les sirve para escarbar, ya sea para buscar su alimento o escapar de posibles depredadores, poseen una aleta dorsal que les sirve para desplazarse por el agua, son grandes nadadores, pueden avanzar hasta diez millas por hora en el agua. Posee unos ojos grandes y expresivos que nunca cierran, por lo que no se sabe si están durmiendo o no, ellos posen pulmones y bronquios externos en forma de plumas sobre el cuello, que les sirven para tomar aire de la superficie, sobre todo cuando son jóvenes, ya que sufren varias metamorfosis antes de llegar a la edad madura, ellos necesitan apenas seis meses para llegar a la edad adulta, y así poder reproducirse; dos semanas después de la “eyaculación”, cuando esto sucede pueden llegar a tener entre trescientos a más huevecillos, los cuales, la madre deposita individualmente en distintos lugares, para asegurar su supervivencia.
Las larvas son autosuficientes desde el principio, necesitando aprender a nadar, remar, buscar su alimento, cuidarse, defenderse de otros bebés ya que suelen ser carnívoros. Viven entre diez, a quince años en estado natural; esto es en agua fría y salubre – entre salada y dulce – disfrutan de la obscuridad y el silencio; su dieta es variada ya que comen pequeños peces, larvas, lombrices, moluscos, gusanos e insectos. La hembra es más grande que el Macho, se dan de diferentes colores, los hay claros, rosados y obscuros, aunque algunos son también multicolores.
La U.N.A.M, (Universidad Nacional Autónoma de México), tiene un programa para los estudiantes de Biología, donde se están rehabilitando las Chinampas -sistemas de islotes, que usaban mucho en Mesoamérica, para crecer, flores y verduras-; estos ecosistemas favorece mucho al Ajolote, ya que se sienten más protegidos de las aves, garzas, peces y otros depredadores, entre ellos el más peligroso: el hombre. Desafortunadamente por ser “cute” se ha convertido en mascota y esto ha propiciado su captura y acoso.
La asociación médica Mundial – y las corporaciones farmacéuticas detrás de ella – está muy interesada en estos anfibios, ya que según los resultados de laboratorio y las pruebas aplicadas en ellos, hace pensar a los científicos que en el futuro el hombre podría beneficiarse de los Ajolotes, quizá un día podremos recuperar alguno de los miembros de nuestro cuerpo, tan fácil como haciéndolo crecer de nuevo, por si solo; en caso de perderlos por algún accidente o amputación, ya que esos anfibios, pueden recibir órganos de otros sin rechazarlos; solo el tiempo nos dirá si esto es posible. Al corto plazo se experimenta con ellos para encontrar una cura contra el tan temido cáncer de la piel.
Lo único cierto es que todos tenemos la obligación de proteger a estas criaturas, así como a todos los otros animales silvestres, estamos destruyéndolo todo… sin darnos cuenta que no les vamos a dejar nada a las futuras generaciones.
— Gloria Valdez
Gloria Valdés ‘Tarasca” (Michoacán, México). Artista visual autodidacta, su técnica es el aceite sobre la tela de algodón. Por muchos años ha trabajado en un proyecto de retratos de personalidades; para a través de su trabajo, reconocerlos. Su principal motivación es la de inspirar, informar y entretener a los espectadores. Si desean ver algo más de su trabajo, en este enlace.
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Excelente artículo