By hola | Published | No Comments
Es un homenaje al teatro, aunque también un homenaje al mundo del espectáculo y al cine mismo. El filme, elaborado con planos secuencias muy largas -que mantienen nuestra atención-, y una cámara en mano bastante estable – muy útil para permitirnos entender ese mundo cerrado construido tras bambalinas-, relata la historia de un actor de cine que regresa al teatro. Michael Keaton representa a Riggan Thomson, un viejo actor de cine de acción que decide arriesgarse en Broadway, la meca del espectáculo teatral con una pieza de Raymond Carver.
Este personaje de poca acción, cuasi olvidado, vuelve a las tablas para demostrarse que aún las puede, aunque más que nada por una cuestión de ego; el dulce gusto de la fama, la primera plana en la sección de espectáculos del diario, el chisme en boca de todos… aunque sin saber que hoy en día cualquiera puede ser famoso –viral- en la internet; cuestión de hacerse el payaso a la vista de todos con un teléfono en mano. Construida con un ritmo a veces trepidante, como otras de las películas de Alejandro González Iñárritu, Birdman, a pesar del tema y la problemática, jamás nos aburre. Lo que sí, nos permite asomarnos un poco a ese mundo que se desarrolla detrás del telón; dentro de los pasillos y los camerinos; los ensayos y la tramoya. La película sucede tras bambalinas, los personajes todos son actores por supuesto y el nudo de la trama es el drama del dinero para mantener la obra en cartelera, la hija poco querida por un padre ausente, la vejez y la vanidad. Aunque también la lucha de egos e intrigas qué suceden en el fascinante mundo del teatro, al que pocas personas tenemos acceso, pero que siempre ha sido y será un pequeño sistema cerrado donde las personas son menos comunes que nosotros, pero a final de cuentas humanos, y responden a pasiones, odios, molestias, competencias y enemistades. No falta claro, la crítica a las películas de acción bastante banales, pocos sustentadas en diálogos interesantes, e historia, pero si fundamentadas en efectos especiales, explosiones, monstruos y caracteres de tira cómica. Paralelamente la crítica se extiende a los críticos de arte, y más específicamente, a los críticos de teatro de los grandes diarios que construyen su análisis con clichés, palabrejas rimbombantes y una capacidad de pensar con el hígado y actuar con el hígado; crear gustos y disgustos, dado que su influencia es poderosísima, especialmente en una ciudad como New York donde los críticos de arte en general, son vacas sagradas intocables que destruyen y construyen fama, dinero y talentos. Birdman (Pajarraco), es una comedia negra que tiene su parte de fantasía, dado que nuestro héroe puede volar y mover objetos a su gusto. Lo que nos dice Iñárritu, es que todos tenemos la capacidad de soñar, de tener una vida interna y ser un superhéroe si así lo preferimos, aunque sólo seamos nosotros quienes lo sepamos; volar con nuestra imaginación y desarrollar otros sentidos; desplazarnos de un lado a otro con el pensamiento y construirnos mundos paralelos. Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia), es una película bastante interesante -aunque no la mejor película de este director mexicano, autor de “Amores Perros”-, y quizá también una broma, dado que Michael Keaton, si ustedes recuerdan, fue alguna vez el intérprete de Batman. Lo que es un hecho, es que “Pajarraco” nos recuerda que el cine tiene capacidades extraordinarias y que es para verse y para soñar.
Birdman or (The Unexpected Virtue of Ignorance), 2014. Director Alejandro González Iñárritu. Cinematografia, Emmanuel Lubezki. Musica de Antonio Sánchez. Guion de Alexander Dinelaris, Nicolás Giacobone, Alejandro González Iñárritu y Armando Bo. Con las actuaciones principales de Michael Keaton, Edward Norton, Naomi Watts, Zach Galifianakis, Amy Ryan y Andrea Riseborough.