Hola Cultura tiene el gusto de presentar a Lázaro Batista, quien a su vez nos permite conocer estos retratos -de un figurativo espontaneo y colores terrenos- que él ha venido coleccionando en forma de libro o bitácora de su amistad con una Ofelia cercana… que habita en algún otro extremo del planeta.
Dice un dicho entre los pintores que la musa puede ser una y a la vez muchas. La misma musa multiplicada en el espejo ad infinitum desde la primera musa del primer artista y desde la primera rosa tocada por los labios de la inspiración.
Ofelia se llama aquí.
La musa que se adentra en el mar en una balsa. El artista que recoge las rosas marchitas en la arena que la musa le envía desde la profundidad del océano para volverlas a plantar. Lázaro Batista nos permite entrar a este jardín que ha cultivado con dosis de luna y candor.
Lazaro Batista a Cuban painter. My work looks at how you get to a place and how you feel once you get there. It is a journey into how art allows you to share who you have found yourself to be. The paintings I am producing allow me to be more sure of why I am here. They are a way of identifying myself, not as an artist, but as a human being, allowing me to leave footprints that cannot be easily erased.